El balancín resulta mucho
más que un juego pues cuando estás arriba no te puedes apear sin pegarte un gran golpe y la fuerza de la que hay que disponer en el
extremo opuesto para subvertir la posición ha de ser enorme, muy superior a la
del extremo contrario. La posibilidad intermedia implicaría una situación
intermedia de cierto inestable equilibrio donde ninguna de las fuerzas contendientes
tocarían suelo, lo cual implicaría el
batacazo del extremo contrario si el otro
se lanzara al vacío de golpe y porrazo
aun arriesgando su supervivencia. Léase
este párrafo en clave de estrategia socio política.
Ahora vayamos con el video de Snoopy y Emilio (Woodstock) en el balancín.
Lo que el video nos muestra:
El pajarito aspira a competir con Snoopy en el balancín. Claramente él
solito no puede. Se trae a su familia y
tampoco lo consiguen entre todos. Mientras tanto Snoopy ríe.
Lo posible: Que el pajarito hubiera volado lo suficiente como para saberse lo suficientemente capaz como para no poder competir con Snoopy.
Ahora vayamos al supuesto que en el extremo opuesto del balancín se aposentaran tal cantidad de pajaritos que inclinaran la balanza a su favor. Se necesitaría mucho tiempo para convencerlos de conseguirlo además tendrían que asumir una postura harto incómoda teniendo que amontonarse unos sobre otros. Tiene cierto sentido pensar que los pajaritos que hubieran llegado antes hubieran tenido tiempo de comerse la merienda que portaran, aumentando así de peso. Se estarían hartando de esperar y ante la incertidumbre de dicha espera, los más “tragones” pasarían caminando por el balancín hasta el extremo contrario, engrosando de este modo las filas de Snoopy, que seguiría riendo. De este modo podrían plantarse sobre la tierra y seguir buscando comidita! Quizás podría ocurrir justo lo contrario, que los primeros pajaritos en llegar, tras tanta espera se estuvieran muriendo de hambre, disminuyendo así su peso y se les ocurriera pasar caminando al otro extremo para poder pisar tierra, buscar comidita y seguir con sus vidas. Al final todos esclavos de las migajas.
Por más pajaritos que fueran acudiendo el proceso se seguiría repitiendo y todo seguiría igual, salvo que a algún pajarito más malicioso se le ocurriera poner una especie de barrera disuasoria en el centro mismo del propio balancín para que nadie pasara al lado contrario por más que les acuciaran las necesidades.
Este razonamiento resultaría válido si en lugar de pajaritos se tratara de, gusanitos, ratoncillos, topos o cualquier otro animalito pequeño, pero queda invalidado de raíz por el hecho de que en este caso se trate de pájaros, con alas para volar, para volar por encima del balancín, para largarse de una situación tan ridícula.
En otras palabras, no se deben mezclar, ni establecer comparaciones entre materiales de distinto orden, solo resultaría justo establecer competencia entre elementos de la misma sustancia, pues todo lo que vaya por los aires se encontrará en superioridad de condiciones de lo que camine por la tierra. El balancín pertenece al concepto sólido, es decir terreno, y nada tendrá que hacer ante lo aéreo, también se hundirá en el elemento acuoso, o será inundado por él.
Es decir a mayor sutileza mayor capacidad .¿Sera por ello que lo nanométrico, lo invisible acabe dominando sobre todo lo visible?
En el territorio más burdo, el video del balancín me inclinó a pensar en el funcionamiento genético y social. Mas, sin embargo, como siempre suele quedar al menos una hebra suelta y puesto que una característica de las sociedades pertenecientes al elemento material viene a ser todo lo cultural y este más bien parece un producto del pensamiento creativo, aparentemente sujeto a algún tipo de reglamentación cuántica como podría acabar resultando la imaginación , mucho más intangible que tierra, aire y agua pero que interviene en todos ellos. ¿Podría ser el fuego? Presente e intangible.
Lo peor que he observado en la sociedad es cuan ignorantemente mezclamos conceptos de distinto orden con total y absoluto desconocimiento de sus consecuencias. Acaso se trate de un calco exacto de la confusión en la que se encuentra sumida nuestra propia naturaleza humana al ignorar los motivos de su aparición tanto como de su desaparición, que ignora el funcionamiento y el estado de sus órganos internos, sustento de su existencia. Así mismo ignora las consecuencias a medio plazo de la más sutil de sus herramientas: su mente, es decir la capacidad de unión entre los neurotransmisores de los que es depositario lo cual engendra una aún más larga lista de desvaríos.
No deja de tener su gracia que en todas las tiras de Snoopy el perrito resulte mucho más espabilado que Charlie y cía.
Esto del balancín -al fin y al cabo, una balanza- da mucho que pensar. Siempre recuerdo esa pintura egipcia antigua en la que, en el juicio de los muertos, se pesa en un lado el corazón del difunto, que simboliza las acciones durante su vida pasada, y en el otro una pluma que representa la verdad. Si la balanza se desequilibra a favor del pecado y pesa más el corazón que la pluma, el devorador de los muertos se zampa al difunto. ¡Cómo una simple pluma va a pesar más que un corazón! Aquí entramos en el terreno de la metáfora y de lo imposible.
ResponderEliminarUn saludo, Emejota.
CAYETANO: Qué bueno!
ResponderEliminarVeamos, me pondré a “desvariar “ a deshora( ando guisando): Si el corazón es carne sin duda alguna debería ser patrimonio del lobo, y como vivimos en paréntesis material, porque materia nutre a materia, pues nada, que le aproveche y por encima de todo ajo y agua y asumirlo toca!
Huy sí contáramos todos los sapos que hemos tenido que tragarnos. !
La civilización egipcia no me conmueve, con que ofreciera lo mejor de sí misma a modo de peldaño para el avance de la materia, adecuada y apropiada me parece. Al final cada quien aprende con lo más afín a su naturaleza. La clave sería conocer al menos la propia naturaleza y la de los propios ancestros ( Que sentido tiene un eslabón fuera de una cadena?)
Lo de la plumita se me antoja una trampa emocional: para que el lobo feroz no pasara hambre y así tenerlo esclavizado a su apetito! Ahh bueno y también para meter miedito y mantener firmes a las mentes más temerosas, que somos mayoría, me temo. Es decir que tememos las pérdidas en un mundo donde se nos nace abocados(programados) a ganancias aseguradas para luego malévolamente invertir la curva y marchar abocados a pérdidas paulatinas pero seguras. Menuda inversión!
Me parece que no hay mejor tabla de salvación emocional que la del buen humor.
Insisto: un gran comentario el tuyo. Mil gracias profe! Buen material!
Por cierto los acentos suelen fallar desde los teclados de móviles, salvo los que estos impongan por programación. Así es la tecnología, extrapolamos?... porque la tecnología biológica también tiene lo suyo!
Emejota:
ResponderEliminarveo el balancín como un juego eminentemente de confianza aunque también de igualdad. Aunque cabe la posibilidad de que uno de ellos abandone el balancín cuando el otro está arriba...
Salu2.
DYHEGO: Totalmente de acuerdo. Así parece que va esta historia.
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