Hay que ver cuánto nos gustan los cuentos, a mi la primera, he de reconocerlo. Sin embargo parece que contar cuentos funciona, lo que ocurre es que harta de observar el talante de los cuentacuentos y dado que no resultan mejores que su audiencia, por fin parece que tomaré el toro por los cuernos y activaré mi gusto por las narraciones hasta que la chifladura de semejante acción me desangre.
Me temo que apenas alguno me atreveré a publicar aunque sea blogger mi único contacto social, a excepción de Zola, mí valorada El compañera de cuatro patas y hocico. Se los dedicaré a ella y todo lo que representa.